Confucio dijo alguna vez: “La vida es muy sencilla, pero siempre insistimos en complicarla”.
Si complicamos nuestra vida y la llenamos de muchas cosas, ¿cómo podríamos enfocarnos en lo más importante?
Muchos de nosotros corremos intentando hacer todo lo posible en nuestras vidas, cuando de hecho, ¡seríamos más felices y saludables si saboreáramos la belleza de la simplicidad!
Algunos consejos que puedes usar desde hoy para simplificar tu vida son:
Desorden. Cuando eliminas el desorden a tu alrededor, ganas un mayor aprecio por las cosas más queridas para ti.
Pregúntate: ¿Cuándo fue la última vez que leí ese montón de libros en el piso? ¿Cuándo fue la última vez que noté los detalles en esos recuerdos que traje de mis vacaciones? ¿Cuándo fue la última vez que usé esa bufanda tirada en el clóset? ¡Dale este tipo de cosas a alguien que realmente lo necesite!
Escombrar el desorden te va a dar una oportunidad de disfrutar las cosas que realmente te importan. Además, vas a sentirte aliviado con un espacio de trabajo y de vida más organizado.
Comida. La comida es otro aspecto de tu vida que puede simplificarse de diferentes maneras. En lugar de preocuparte por tu siguiente alimento, disfruta el sabor de la comida que ya tienes en tu boca. Saboréala. Deja que todos los sabores lleguen a tu paladar.
Además, también considera los ingredientes en tu comida. Tómate el tiempo de usar ingredientes de buena calidad, en lugar de comida procesada o químicamente alterada. Al final el resultado tendrá un mejor sabor, ¡y tu cuerpo y mente te lo van a agradecer!
Aparatos. Piensa en todos los aparatos y dispositivos que tienes en tu vida. ¿Los usas todos? ¿Usas si quiera la mitad de ellos?
Entre más cosas acumulamos para “conectarnos”, ¡más nos desconectamos! Quítate los audífonos, apaga el radio en el coche, y deja tu celular. En vez de intentar estar siempre conectado, comunícate con los que te rodean. ¡No hay nada más agradable que una conversación provechosa o una noche familiar!
Piensa. Una mente desordenada se desvía de lo más importante. La realidad es que las ideas más sencillas casi siempre son mejores. Al simplificar tu forma de pensar, abrirás tu mente a nuevas posibilidades.
Tener una mente simplificada no significa que no piensas, es sólo que eliges enfocar tus pensamientos en una cosa con mayor claridad.
Cuando tu atención se divide en muchas direcciones, es muy difícil tomar decisiones racionales. Si vives en el pasado o te preocupas por el futuro, ¿cómo puedes vivir en el momento? Despeja tu mente de distracciones para que no sólo te sientas mejor, sino que también tengas una mayor sensación de paz interior.
Planea. Si estás tratando de meter toda la semana en un día, estarás tan presionado que no estarás donde debes estar. En lugar de pensar qué viene después, quédate en el presente.
Elimina algo de ese desorden en tu agenda y has lo que sea mejor para ti y tu familia, no para los demás.
Vivir una vida sencilla es muy gratificante. Cuando lo haces, eliminas muchas preocupaciones irrelevantes y te puedes enfocar en lo que es realmente importante para ti. ¡Dale una oportunidad!