La productividad y ser productivo es realmente una forma de pensar. Parte de ella viene de prestar toda tu atención a la tarea en cuestión y estar concentrado. Tú necesitas saber cómo desarrollar esa cualidad para de ser capaz de producir constantemente buenos resultados en tu trabajo. Y esas es una de las palabras clave, la constancia.
Si no eres constante en tus hábitos de trabajo diarios y no te mantienes enfocado, es probable que pases la mayor parte del día dando vueltas. La productividad es una forma de medir la competencia. Sin embargo eso no quiere decir que tengas que hacer todo a la perfección, simplemente significa que necesitas tomar pasos de acción para completar las cosas que haces.Una forma de hacerlo es dividiendo tus proyectos en tareas manejables y diarias.
Sin embargo, a menos que decidas tener un día productivo, todos los días, es poco probable que logres muchas cosas. La productividad, al igual que muchas otras cosas que valen la pena en la vida, es una forma de pensar. Va de la mano de una mentalidad exitosa. Tener una mentalidad adecuada es fundamental para cualquier emprendimiento, especialmente cuando se trata de la gestión del tiempo y la productividad.
Utiliza en lo posible afirmaciones diarias. Cada mañana, antes de comenzar a trabajar, mírate al espejo y repítete a ti mismo esas afirmaciones. Algunas de las mejores son:
*Soy excepcionalmente productivo.
*Yo hago mi trabajo con diligencia todos los días, así tengo más tiempo libre.
*Yo estoy en control de mi tiempo. Hago el mejor uso de mi tiempo.
*Administro mis tareas diarias con facilidad.
Dedica tiempo para trabajar en tu confianza. Las personas se quedan atrás a menudo porque no tienen confianza en sí mismos. A veces nos retrasamos como una forma de auto-sabotaje. Algo se ha inculcado en nosotros que nos hace creer que no podemos hacer un buen trabajo o no queremos asumir la responsabilidad de nuestras acciones. ¡Aléjate de esta mentalidad. Tú no tienes que ser perfecto para lograr algo, sólo hay que comenzar (y terminar) la lista de tareas. Construir tu confianza te ayudará a desarrollar una mentalidad mejor para completar tu trabajo.
Establece metas. Si no tienes metas, es difícil decidir sobre lo que es importante y fundamental al momento de trabajar. Es probable que termines el día revoloteando porque no tienes una meta o un resultado final en tu mente. Escribe la meta más grande que tengas relacionada a tu trabajo y luego divídela en objetivos más pequeños. Esto te ayudará a date cuenta de que estás progresando.
Escucha o lee algo que sea motivador. Utiliza una mentalidad adecuada. Busca en las redes sociales a una persona ocupada, alguien que parezca ser una persona súper productiva. Permite que eso te inspire a ser tan productivo o incluso más productivo que esa persona.
Muchas personas se visten adecuadamente para el trabajo, incluso si trabajan desde sus casas. Mientras te preparas (o vistes) para tu jornada de trabajo, asegúrate de ponerte la prenda más importante — tu mentalidad.
Haz un compromiso contigo mismo. Decide que serás más productivo y menos distraído y que luego tomarás las medidas necesarias para hacer que eso suceda. Parte de tu mentalidad y de tu productividad comienzan con un compromiso. Si no estás comprometido, perderás el tiempo cuando deberías estar haciendo tareas constructivas para la empresa.