Cómo administrarte a ti mismo
Trabajar para uno mismo es un sueño hecho realidad para la mayoría de la gente. No hay jefe y puedes hacer las cosas a tu manera. Pero la verdad es que sí hay un jefe, y puede que sea el peor jefe para el que hayas trabajado – ¡tú mismo! ¿Vas a ser un jefe organizado y misericordioso o un completo dolor de cabeza? Esa es la pregunta que determina si tu carrera de trabajo desde casa será un sueño o una pesadilla.
¿Te apasiona?
La gran determinante es la pasión. ¿Te apasiona lo que estás haciendo? Todo buen jefe o compañía tiene pasión y visión. Sin ellas, te volverás loco cada vez que las cosas se pongan difíciles. Tu carrera de trabajo desde casa tiene que ser realmente tu sueño. Esa es la única manera en la que serás capaz de seguir empujándote a ti mismo.
Crea un plan de desarrollo personal
Los jefes gestionan personas. Pasan gran parte de su tiempo trabajando en el desarrollo de sus empleados para que la empresa pueda crecer y alcanzar sus metas. Tienes que hacer esto por ti mismo cuando trabajas desde casa. Toma un lápiz y papel y anota tu propósito. Haz tiempo en tu apretada agenda para preguntarte a ti mismo periódicamente si estás contento con cómo van las cosas y dónde necesitas mejorar. Establece objetivos claros y medibles para tu propio desarrollo, contemplando como resultado final una versión mejor y más eficiente de ti mismo.
Una visión para tu negocio.
Otro trabajo importante para un jefe es manejar el plan global de la empresa. Incluso si no eres más que un profesional independiente que trabaja desde la mesa del comedor de su casa, debes tener un plan de negocio. Algunas preguntas que debes hacerte son:
- ¿Qué estás ofreciendo?
- ¿A quién ayudará lo que ofreces?
- ¿Cómo les ayudará?
- ¿Cuál es tu promesa a los clientes y cómo la podrás cumplir?
Desafortunadamente, desarrollar un plan de negocios también significa crear un plan financiero. Esto es difícil porque la mayoría de nosotros no somos buenos en la planificación financiera, pero es esencial que aprendas muy bien esta habilidad.
Una evaluación realista
Nadie puede hacerlo todo. Cuando eres tu propio jefe, tienes que evaluar tus capacidades de manera realista. Anota todas las habilidades que necesitas para hacer funcionar tu negocio. ¿Qué tan bueno eres en ellas? ¿Cuáles de ellas sabes hacer bien y cuáles no? ¿Deberías contratar a otra persona para manejar algunas de tus tareas? No trates de hacer todo tú mismo si sabes que gastarás una cantidad de tiempo irreal en aprender a hacerlo.
Revisa tu progreso
Haz un plan para revisar tu progreso. Hay muchas maneras en las que puedes hacer esto, pero lo más importante es simplemente tener un plan. Por ejemplo, puedes medir el progreso en base a la cantidad de tareas que realizas cada día. Establece hitos u objetivos con los que puedas darte cuenta que tu negocio está avanzando y puedas asegurarte que vas en la dirección correcta. Esto te mostrará las áreas que deben mejorar.
Tómate un descanso
Todos los buenos jefes son indulgentes. Sé firme y disciplinado, pero no seas demasiado duro contigo mismo. Recuerda que eres humano y que necesitas un día libre de vez en cuando. Esto es muy importante para mantener un negocio a largo plazo.