Para triunfar en el mundo de los negocios, es importante que recuerdes esta regla: es posible obtener dinero hasta de la basura. No cierres tu mente a encontrar opciones lucrativas en todos lados.
Un señor llamado Chuck Bundrant consolidó un negocio multimillonario con 80 dólares, porque vio futuro donde los otros solo vieron basura.
Él se dio cuenta de que sus amigos iban a Alaska y volvían a casa con un montón de dinero. Pescaban salmón, porque es caro, pero dejaban de lado al abadejo; había en abundancia, pero nadie lo quería. Eso sorprendió a Chuck, porque sabía que absolutamente todo puede ser vendido y generar ganancias.
Así que aprendió cómo pescar y se fue a buscar abadejo. Gracias a esta decisión, en 30 años, convirtió sus 80 dólares en mil millones de dólares. Y tú, seguramente, has comido su producto, ya que se usa en Costco, Sam’s, McDonald’s y Burger King.
Su éxito se debe a que supo reenchilar los chilaquiles: posicionó el abadejo de una manera perfecta; en lugar de decir que es un pescado barato, dijo que era práctico, más fácil de cocinar. En la actualidad, gana muchísimo comercializándolo.
Esta historia, como muchas otras, demuestra que la clave está en la creatividad.
Él se tardó tres décadas en construir su fortuna, pero comenzó con una cantidad mínima de dinero; su principal recurso fue la inteligencia y la visión: descubrió dónde se encuentra la mirada de las demás personas, notó de qué se estaban olvidando y pensó en una manera de aprovecharlo.
¡Hay tantas oportunidades, pero pocos las ven! Ni te imaginas los booms que habrá; el problema es que notamos el potencial cuando los visionarios ya nos ganaron.
Hoy, los conceptos que más generan no son los que inventas desde cero, sino los que la gente reenchila. El secreto es darle un enfoque diferente y saber cómo vender. Quien triunfa no es quien cuenta con más recursos, es quien tiene valentía y fe, y está decidido a lograr su propósito. Espero que tú seas una de esas personas, y que esto te motive a dar el primer paso.