Desde las cinco de la mañana me tenía mi madre esperando en la fila para comprar la masa, “hijo tu sabes que si la masa no es de Dianas tu tía Macaria no te hace los tamales.” Mi querida tía tenía una gran preferencia de donde comprabamos la masa, si no era de Dianas Mexican Food – no era masa. Se la compraba “preparada” pero ella se pasaba una hora agregándole ingredientes adicionales y batiéndola para que le diera aire. Mi mamá y tía se la pasaban horas embarrando las hojas de los tamales eran momentos especiales, platicaban de todo. Las aromas que salían de la cocina eran insoportables, especialmente cuando tienes hambre. Tan pronto calculaba que ya estaba a su mero punto la carne con chile corría a la cocina para comerme un taco – he probado muchos tamales pero los de mi mamá y tía son únicos.
El tiempo pasa los niños se convierten en adultos, unos se casan, gente cambia pero la tradición de los tamales sigue. Esta navidad sorprendí a mi esposa cuando le dije que yo iba ser tamales. Quien me conoce sabe que hasta los huevos rancheros me salen aguados, nunca le di importancia aprender a cocinar – grave error. Mi esposa es excelente para cocinar pero tamales es algo que nunca ha intentado, con ayuda de mi suegra y los pocos tamales que yo embarre nuestra cena navideña estaba completa a las dos de la mañana – unos tamales de pollo con de chile verde, deliciosos.
Lo mejor de los tamales es que al día siguiente saben hasta mas buenos (especialmente fritos), fue un almuerzo delicioso rodeado con las personas que mas amo – mi esposa y tres hijos. Hace varios años que falleció mi querida tía Macaria, mi madre ahora disfrutara de mis tamales recalentados y de seguro que me dira como hacerlos mejor. Entiendo que no es necesario de estar rodeado con una gran cantidad de personas para ser feliz, la verdad es que no necesitas a nadie cuando te aceptas tal y como eres. Tuve etapas en mi vida que fui rodeado por mucha gente igual etapas de mi vida donde aprendí ser independiente. Hoy le doy gracias a dios por permitirme vivirlas, me prepararon para vivir en el momento y dar gracias por lo que tengo.