Uno de los personajes que no faltó en la presentación del libro Ponte Las Pilas de Carlos Márquez en el Teatro Yost de Santa Ana, hace unas semanas, fue Evarista Moreno, entusiasta empresaria para quien la palabra jubilación no figura en su diccionario.
Yo tengo 70 años y manejo un camión grande. Tengo junto con mis hijos un negocio de reciclaje y con Carlos descubrí que puedo hacer más cosas. Entre las cosas que Evarista descubrió fue la mercancía que durante varias Giras Empresariales evaluó antes de invertir.
Me decidí por las tabletas. Esas me han convenido más. Les saco muy buena ganancia. El hecho de que Evarista desconozca el funcionamiento exacto de esos aparatos electrónicos, de ninguna manera la limitó para venderlos. Yo no conozco mucho de tabletas, pero la gente las compra. Todo mundo quiere una tableta. Para ellos, para sus hijos. Ya he vendido muchas y voy a seguir vendiéndolas.
Evarista habla con mucho orgullo de sus hijos. Yo tengo muy buenos hijos. Me acaban de regalar una Explorer del año. Y en esa ando para arriba y para bajo. Yo no me detengo por nada. Su entusiasmo y dinamismo ha servido a otras personas de ejemplo, que sienten que ya no tienen la edad para empezar un negocio. Yo le digo a la gente de mi edad, que no se dejen vencer. Yo ahorita tengo a mi mamá enferma, ella tiene 91 años. Yo la cuido. Tengo mis negocios y aquí estoy con mi libro para que me lo firme Carlos. La entrevistada asegura que la mejor época de su vida es ahora. Yo me quedé viuda hace 18 años, perdí a un hijo, me mataron a un nieto, pero sigo adelante. Yo aquí con todas estas personas que ya conozco me siento como que tengo otra familia. También he aprendido mucho. He ido a todos los eventos de Carlos. Hasta fui a un Taller para vender por la computadora. Llevé a mi nieta para que ella aprendiera y me enseñara después a mí. Ya no capto muy rápido. Dijo riendo Evarista.
Evarista se apresura a ocupar su lugar en la línea de personas que están esperando que Carlos Márquez les autografié su libro. Para mi venir aquí y también ir a las giras son como paseos, me distraigo, conozco mucha gente y eso me gusta. Concluyó.