Tener un título universitario ya no es sinónimo de éxito; ahora, es cuestión de actitud y ganas de aprender día tras día. Posiblemente tú, al igual que yo, no tuvimos la oportunidad de concluir una carrera universitaria o en el peor de los casos no concluimos la educación básica, pues estudiar una carrera universitaria es realmente costoso, al igual que la educación básica.
Si tú tienes la misma edad que yo recordarás que nuestros padres y abuelos nos decían que era necesario prepararnos y estudiar una buena carrera para poder obtener un empleo con un excelente sueldo por muchos años, pero ¿cuál es la sorpresa? Ya no es necesario tener un grado universitario, pues no garantiza un buen sueldo, y en estos tiempos ni siquiera un empleo estable. Inclusive, llegamos a escuchar que algunos empleos ya no iban a existir ya que serían sustituidos por la tecnología; hoy, gracias a estos los avances, puedes utilizarlos para desarrollar o complementar tu empleo, o profesión.
La escuela tradicional es esencial por la educación básica; sin embargo, el no haber estudiado la educación formal, no es una limitante para emprender y tener un buen empleo y hasta un negocio redituable. La escuela tradicional no es lo único que existe para el éxito, sólo es cuestión de pensar más allá en que se encuentra a nuestro alcance para emprender desde nuestra ciudad o país. Y no es por desprestigiar a quienes cursaron una carrera universitaria.
Lamentablemente, en la actualidad hay miles de egresados de las mejores universidades que se prepararon y ahora sufren porque el sistema les ha dicho que no hay empleo o simplemente hay demasiados recortes laborales. Si tú tienes pasión y talento por tu profesión, ¡ejerce! No necesitas algún permiso para dar ese primer paso, solo es cuestión de que te animes a emprender con lo que está a tu alcance e inicies a comercializar tus dones.
Nuestra meta al dar el primer paso al emprendimiento siempre debe de ser ¡aprender! Aunque sea lo mínimo o aquello que no sabemos y que nos tiene estancados en la ignorancia y mediocridad. Si inicias a comercializar lo que está a tu alcance, algún producto, o servicio que ofreces, lo más seguro es que siempre fallaremos al intentar atraer clientes en el mundo empresarial.
Recuerda que no es tu responsabilidad convencer a nadie de lo que tú quieres y en mi experiencia personal, te puedo decir que la mayoría de las veces pedimos opiniones por nuestra inseguridad a personas que están peor que nosotros, es decir, aquellas que nunca han emprendido o que se la viven quejándose del sistema o que no hacen algo para salir de su zona de conformidad.
Debemos de aprender y entender que en esta década nosotros podemos ser los pioneros en nuestra familia, hay tanto que podemos hacer porque tenemos la tecnología a nuestro alcance y eso muy pocos lo aprovechan.