Intelectualmente, podemos saber que el dinero no puede comprar la felicidad, pero una parte de nosotros todavía cree que se sentiría mejor si fuéramos ricos. Sin embargo, cuando realmente miramos a la gente rica, debemos preguntarnos si son más felices que una persona común. ¿La gente rica, se ríe más, experimenta más alegría, o tiene una mayor plenitud en sus vidas? Tal vez algunos lo hacen – pero ¿cuánto realmente es el resultado directo de su riqueza?
De hecho, es probable que puedas señalar un puñado de gente rica que parece sentirse completamente miserable. No es sorprendente que algunas personas parezcan cada vez menos satisfechas al convertirse ¡en las más ricas! Tal vez estaban bajo la idea errónea de que el dinero resolvería todos sus problemas, o que el tener una gran cantidad de dinero le harías resolver sus propios retos. Estoy seguro que has oído las historias de horror acerca de las personas que ganan la lotería o que obtienen una gran suma de dinero a través de una herencia o por otros medios. Muchos de ellos experimentan algunos años de dolor y lucha, y terminan en la quiebra de nuevo. El dinero no ha solucionado sus problemas – ¡sólo les hizo peor!
Otra razón de que la riqueza nos hace miserables, es que nos distrae de lo que es verdaderamente importante para una vida feliz y satisfactoria. Nos encontramos centrándonos cada vez más en objetos materiales y al final nos desconectamos de nuestro ser interior.
Si tú te sientes infeliz en tu vida ahora y estás pensando que el dinero va a resolver tus problemas, es el momento para un ¡chequeo de la realidad! No voy a negar que la abundancia de bienes puede hacer nuestra vida un poco más fácil. Créanme, estoy muy consciente de lo que es luchar para pagar las cuentas, o sentir como si estuvieras viviendo en el borde de un acantilado y la tierra se desmoronara bajo tus pies. Sé lo que es el terror de preocuparse por si la electricidad se corta por falta de pago, o preguntarte si podrás comprar los alimentos de esta semana.
No estoy tratando de reducir al mínimo este tipo de luchas -, pero quiero aclararte que el tener mucho dinero, no te hará sentir feliz automáticamente y contento con tu vida.
El dinero sin duda nos puede ayudar a disfrutar de una mayor calidad de vida, pero sólo si tenemos una actitud sana hacia el dinero, de lo contrario solo añadirá más cargas.
Un sentido genuino de Seguridad
Una razón por la que estamos tan centrados en la adquisición de riqueza es por la necesidad de sentirte seguro. Creemos que si tienes una gran cantidad de dinero en el banco, vas a estar protegido contra la carencia, el dolor, la dificultad y la lucha. En un sentido limitado, esto es cierto. Sin embargo, la seguridad es simplemente ¡un estado de ánimo!
No es el dinero en sí mismo que nos hace sentir seguros, es nuestra creencia de que las reservas financieras adecuadas nos protegen de las malas experiencias.
Si miramos lógicamente este concepto, nos damos cuenta de que tener un montón de dinero no nos puede proteger de cualquier cosa, excepto de los gastos por sorpresa, tal vez. Sin embargo, una gran cuenta bancaria no es garantía de que nunca experimentes cualquier cosa negativa. Siempre habrá accidentes de tráfico, ataques terroristas, enfermedades, pérdidas de empleo, relaciones problemáticas, y mucho más. Tener mucho dinero no importará cuando nos encontremos en esas situaciones, porque están completamente ¡fuera de nuestro control.
La única seguridad real que tenemos es lo que podemos crear en nuestras mentes. Hay verdadera seguridad al creer en nosotros mismos, al tener la confianza para superar los desafíos, en nuestras creencias espirituales, y en hacer de nuestra parte y de este mundo un lugar mejor.
Imagina vivir tu vida con la convicción inquebrantable de que tienes lo que se necesita para tener éxito, no importa lo que está sucediendo a tu alrededor. Imagina no sentir miedo por las influencias externas. Imagina a sabiendas que incluso, si la peor de las cosas llegara a suceder, tú podrás fácil y rápidamente salir sin la ayuda de nadie y hacer lo que tenías que hacer para volver a la pista.
ESO ES SEGURIDAD VERDADERA.
Creer en nuestra capacidad para manejar lo que venga es mucho más efectivo que tratar de protegerse de posibles experiencias negativas. Esa es la mejor clase de seguridad, ya que nos da el poder de sentirnos con el control de nuestras vidas.