Si realmente deseas tener éxito en la vida y en tus negocios, entonces es importante que tengas en cuenta tu propio valor. Tendemos a rechazar o dar por sentado el éxito de muchos logros a lo largo de nuestras vidas. Graduarse de la secundaria, comprar una casa o criar a un niño requieren un cierto grado de habilidad y disciplina, pero nunca pensamos realmente en ese tipo de logros y en la forma en que nos han hecho mejores personas o alguien a quien los demás admiran.
Es importante reconocer este tipo de logros para poder construir la confianza en uno mismo. La falta de confianza en uno mismo o la falta de autoestima es la principal asesina de nuestros sueños. Tal vez querías ser un piloto, pero decidiste no tomar clases, porque pensaste que podrías tener un poco de miedo allí arriba. Tal vez querías ser un doctor o un abogado pero no terminaste la universidad porque tus familiares te dijeron que “nadie en la familia había sido alguna vez un médico o un abogado”. Algunas personas pueden tomar eso como un reto, pero muchos también lo ven como una indicación de que su familia y sus amigos no creen en ellos… y renuncian a ese sueño.
Necesitas dejar a un lado las opiniones y las influencias de otras personas y pensar en lo que ya has alcanzado en tu vida y lo que te gustaría lograr en el futuro. Considera que probablemente mucha gente tiene exactamente las mismas esperanzas y las mismas metas que tienes tú, y muchos de ellos han alcanzado esos objetivos. Si esas personas hubieran creído honestamente que no podrían alcanzar todo lo que se propusieron, entonces, lo más probable es que hubieran fracasado. El sentido común nos dice que si tú no crees que puedes ser capaz de saltar sobre una valla, hay una gran probabilidad de que te vayas a golpear bastante duro con esa valla y que termines tirado en el suelo.
Las personas que hacen deportes profesionales son un ejemplo excelente de lo que se puede lograr con fe en uno mismo y con mucho esfuerzo. No llegas a la cima del deporte diciéndote constantemente a ti mismo “Nunca voy a ser el mejor”. Cuando Muhammad Ali proclamó en voz alta “Yo soy el más grande” no solo fue para darse confianza a sí mismo – él realmente creía que era el mejor boxeador del planeta. La mayoría de los atletas que compiten en los Juegos Olímpicos están ahí porque en algún momento se dieron cuenta de que se habían vuelto lo suficientemente buenos en su deporte como para competir entre los mejores atletas del mundo. Se dieron cuenta de su potencial y realizaron un plan de acción que los llevara hasta la cima.
Tu capacidad para lograr lo que sea que te propongas, se encuentra dentro de ti. La mayoría de las barreras que aparecen en el camino de un buen objetivo o de un sueño suelen ser puestas allí por nuestra propia mente o por personas que no tienen un verdadero interés en que triunfes. Algunos de ellos incluso pueden sentir envidia de tu entusiasmo y de tu actitud positiva. Como dijo una vez el gran filósofo empresarial y orador del desarrollo personal Jim Rohn: – “Los pocos que lo hacen son la envidia de los muchos que ven”.