Hay personas que pasan por la vida culpando al otro de todo. Si es el mal carácter. Así me hicieron. Si es la pobreza. Es mi mala suerte. Nada se me da. Y al final de su camino, terminan con una gran amargura y su vida está llena de problemas económicos.
Todos nacimos con una gran capacidad de aprender, crecer y desarrollar nuestros talentos. No hay excepciones. Todos tenemos la habilidad y la capacidad de triunfar. La diferencia es que muchas personas no reconocen cuando se les presenta esa oportunidad. La rechazan, la dejan pasar. Se esconden de ella. Lo digo por experiencia. A mis padres se les presentaron muchas oportunidades. Yo me acuerdo que una gran amiga de mi mamá le rogaba para que pusiera una tortillería. Ella le ponía todo. Pero mi mamá no quiso. En otra ocasión a mi mamá y a mi papá les rogaban para que compraran una casa grande con patio para que pudiéramos jugar mi hermano y yo. Tampoco quisieron. No fue porque no quisieran lo mejor para sus hijos. Fue por la falta de visión y el temor al fracaso.
Basado en esas experiencias es que desde muy joven decidí que yo si iba a tomar todas las oportunidades que la vida me pusiera enfrente. Y así lo he hecho. No todas han sido exitosas, pero de cada fracaso también se aprende.
Uno de mis proyectos más exitosos y que disfruto más, es el de llevar a un grupo de personas a recorrer bodegas de importadores de todo tipo: zapatos de marca, camisetas de marca, aparatos electrónicos, artículos para el hogar, herramientas, ropa y muchos artículos más.
Me llena de alegría ver el rostro de asombro cuando las personas ven los precios y la variedad. Descubren que ellos también pueden convertirse en comerciantes mayoristas. Les enseño como sacar su licencia. Como comprar, vender y sobre todo conservar lo que ganan.
Yo gané mucho y gasté mucho. Ahora sé lo importante del ahorro y el no gastar en cosas que no necesitamos. Eso también se los enseño. En mi oficina recibo todos los días llamadas de personas que escucharon de esta actividad que he llamado GIRA EMPRESARIAL. Se decepcionan cuando les digo que los únicos lugares disponibles están para el 18 y 19 de octubre. Ellos lo quieren ya. Muchos aprovechan la oportunidad y se inscriben. Otros dicen. Después hablo. Y nunca vuelven hablar. Son los que dejaron ir la oportunidad. Son los que se detuvieron y no se arriesgaron a faltar al trabajo o a explorar de qué se trata.
A la fecha he convertido a más de 1,000 personas en empresarios independientes. Y la mejor recompensa a este esfuerzo. Porque no ha sido fácil abrir la puerta de los más grandes importadores a la población de habla hispana, es mirar el cambio de actitud de los dueños de las empresas importadoras. Ya no nos ven sólo como trabajadores y consumidores. Nos hemos ganado su respeto porque muchos ya están comprando mercancía y exportando a sus países de origen. Otros se han convertido en mayoristas y compran grandes cantidades de mercancía y las distribuyen a tiendas de menudeo. Ese era mi objetivo y se está logrando. Cambiar la percepción que tienen de nosotros.
Esta es una nueva oportunidad. Si has dejado pasar muchas, espero que ésta sí la aproveches. Llámame para saber si calificas al 1-888-411-5858.