Cada día 27 de mayo organizaba una fiesta con el pretexto de mi cumpleaños, pero realmente era una manera de reunir a toda mi familia. Ese día, desde las primeras horas de la mañana iniciábamos los preparativos.
Me preguntaba ¿Quién llegará? Era nerviosismo del bueno.
Igual me sentí cuando inicié mis talleres empresariales, sabía que existía el interés, pero no sabía qué tanto impacto causaría entre nuestra comunidad. Poco a poco llegó la gente y comenzaron surgir miles de casos de éxitos.
Eran personas que tenían interés de emprender, pero no sabían por dónde comenzar. Miles se beneficiaron de las giras empresariales… Son muchos recuerdos inolvidables, muchas anécdotas e historias que escribimos juntos que se vienen de golpe a mi cabeza.
Al ver a tantas personas emprender, yo también me emocionaba, la adrenalina se apoderaba a tal nivel que surgieron los talleres de negocios en línea y exportación, entre otros.
Para mí no fue un trabajo, fue un compromiso de querer compartir conocimiento. Pocas personas lo entienden, pero para mí, los talleres no es mi negocio. Hemos reinvertido cientos de miles de dólares en los talleres con tal de mantener los costos accesibles para el público. Quien piensa que hay ganancia en los talleres, no es empresario.
Han sido tres años y miles de personas que se han beneficiado, pero ha llegado el momento de cerrar un ciclo.
Hace un par de meses recibí la noticia de que mi salud no estaba en estado óptimo. Cuando escuchas palabras como Cáncer y leucemia te hacen reflexionar.
Mi salud está mejorando, y que bien que las enfermedades solo quedaron en palabras, pero mis reflexiones me impulsan a realizar cambios de mi estilo de vida.
Hace unos días anuncié que comenzaría a disminuir la cantidad de talleres y seminarios, y ahora lo reafirmo.
Les aseguro que amo lo que hago y que extrañaré el contacto directo con cada uno de ustedes, pero gracias a la tecnología, seguiremos en contacto y más cerca que nunca, se los prometo.
Todo lo que hago es con el deseo de impulsar a la gente salir adelante, pero comprendan, ahora me corresponde a mí salir adelante.
Qué alegría me dio haber sido recibido con los brazos abiertos.
Muy agradecido estoy con cada participante que participó en algún taller, conferencia o seminario. Tu partición me permitió cumplir mi misión, hay personas que no se perdieron ninguno.
Esta nos es una despedida o mala noticia, sino una invitación de crecimiento a otro nivel. Mi programa radial, podcast y videos continuarán y ahora mi misión de vida solo se ampliará.