En contra de los consejos y las advertencias de amigos y familia, voy a presentar un espectáculo en el Teatro Yost que tiene como objetivo revelar aspectos de mi vida que muy pocos saben. Decidí este tipo de foro porque quiero que sea una conversación íntima. Entre dos. Uno que habla y la otra persona que escucha sin interrupciones.
Estoy consciente de las consecuencias que esto tiene. Voy a perder a mi familia y los pocos parientes que todavía me hablan, dejarán de hacerlo. Cuando digo mi familia no me refiero a mi esposa y mis tres hijos. Hablo de mi madre, mi padre y mi único hermano. No creo que me perdonen que haga públicas muchas de las escenas que marcaron mi vida para siempre. Esta función no es para lastimarlos, al contrario, yo quiero mucho a mis padres y a mi hermano. Pero considero que si la comparto voy a poder ayudar a muchas personas.
Los que me han escuchado en la radio conocen muchos aspectos de mi vida. Pero hay muchos más, capítulos sombríos y dolorosos que me marcaron por mucho tiempo. Mi intención de revelarlos es para hacer conciencia del daño que hacen las palabras, los gestos, los abusos en la vida de un niño de cinco años.
Yo no soy actor, ni pretendo serlo. Soy una persona que a base de lecciones muy dolorosas dejó de tartamudear y que salió adelante a pesar de que todos a su entorno le pronosticaban una vida sumida en el fracaso.
No sé cómo van a tomar lo que voy a revelar este sábado, muchas de las personas que van asistir, pero sí sé las consecuencias familiares a las que me voy enfrentar. Lo más difícil para una persona que es pública, es hablar de sus temores, de sus complejos, de los recuerdos dolorosos que no lo siguen desde niño. Pero quiero hacerlo y con esto, espero compartir la forma en que yo supere todo y pude salir adelante. Los espero.