¿Te gustaría tener más tiempo para las cosas importantes en tu vida? ¿Sientes que a menudo te pierdes en los pequeños detalles?
Si puedes establecer límites razonables, podrás recuperar el control de tu vida. Algunos de los beneficios de esto incluyen:
- La vida será más sencilla, manejable, y por lo tanto libre de estrés.
- Serás capaz de cumplir tus metas.
- Cuando valores tu tiempo y demuestres que tienes prioridades, otros también sabrán valorar tu tiempo.
- Te convertirás en alguien más eficaz en todo lo que hagas.
En lugar de concentrarte en trivialidades de la vida o de tratar tomar más de lo que puedas sostener en tus manos, sigue leyendo para conocer algunos consejos sobre el establecimiento de límites que pueden ser útiles para ti.
Evalúa tu rutina.
Para iniciar este proceso de establecimiento de límites, observa tu rutina diaria. ¿Qué consume la mayor parte de tu tiempo? Trata de identificar los lugares en los que sientes una sobrecarga en tu rutina.
Tal vez es ver demasiada televisión, pasar demasiado tiempo en Facebook o Twitter, o suscribirte a demasiados blogs o boletines de noticias. Tal vez estás pegado a tu celular todo el tiempo. Calcula la cantidad de horas que dedicas a esas actividades y redúcelas.
Después, intenta asignar una cantidad de tiempo determinada para cada una de esas actividades. Tal vez te puedas dar una hora para el correo electrónico, en lugar de dos. Anota exactamente cuánto tiempo pasas en esas actividades cada día.
Después de una semana, analiza tus números. ¿Estuviste mejor que antes de que llevaras la cuenta del tiempo? Más importante aún, ¿sentiste como si tuvieras más tiempo para hacer lo que realmente querías hacer?
Evita tratar de lidiar con todo a la vez. Atiende cada asunto individualmente, y gradualmente verás un cambio en tu rutina.
Identifica las tareas esenciales.
Una vez que empieces a poner límites a tus actividades, serás capaz de simplificarlo aún más, apegándote a las actividades esenciales y reduciendo las triviales. Las esenciales pueden ser organizar tu guardarropa, ponerte al día con tu lectura, o pagar tus cuentas bancarias.
Determina tus valores y objetivos. Las actividades esenciales dependerán de esto. Lo que elijas, debe hacer una gran diferencia en tu vida. Por ejemplo, si quieres ser un buen atleta, deberás dedicarle tiempo a entrenar algunos días durante la semana. Si no puedes leer todos tus mails durante esos días, ¡no hay problema! Leer tu email no es tu prioridad #1 para el día, de todos modos.
Es posible que quieras hacer una lista de pendientes, para poder establecer tus prioridades. Por ejemplo, podrías posponer la limpieza de los estantes de la cocina, para poder en cambio pagar tus cuentas.
Se consciente de tus niveles de energía.
Puede ser que te hayas dispuesto a limpiar toda la casa en un día, o a llevar a los niños al parque para jugar a la pelota, y te das cuenta que tus planes son imposibles porque simplemente no tienes la energía necesaria. Conoce tus limitaciones y trabaja dentro de esos límites para tener un mayor éxito.
Presupuesto
Tal y como querrás saber tus límites personales, también necesitarás conocer tus límites financieros. Has un esfuerzo para ajustar tus gastos a tus metas y valores. Por ejemplo, si uno de tus grandes valores es el conocimiento, puedes decidir comprar un libro, en lugar de un traje nuevo.
Ultimadamente, si estás buscando tener más tiempo durante tu día, estos consejos son un gran lugar para empezar. Prueba algunas de las sugerencias mencionadas y empezarás a establecer límites útiles para ti. Al hacerlo, podrás simplificar tu vida y aprovechar al máximo los tiempos de trabajo y de ocio. Lo mejor de todo es que puedes comenzar hoy mismo.